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Bitneriáceo

A la sombra de un limonero, si no pienso en ti me muero

A la sombra de un limonero, si no pienso en ti me muero

Se hallaba mi cuerpo en supino descanso, uno de estos días de verano en los que las obligaciones de padre ya son menores por razón de edad de los "obligandos". Ya son quienes para disponer de llave (que llegue la pubertad tiene sus inconvenientes pero no podía ser que no  llegara con alguna ventaja)

Así me hallaba a la sombra de un limonero, cansados los ojos de la lectura (aunque más delgados tienen más que leer los periódicos en agosto, la realidad no la leo, la padezco y el libro que leía me cuesta leerlo).

Practicaba un nuevo placer hace poco aprendido: mordisqueaba un hojita nueva, de brote reciente del verde limonero, seguí las consignas como alumno ejemplar: del extremo hacia dentro, solo hasta un cuarto, si sigue sabiendo hasta la mitad después se amargará un poco.

Este estado, de sensación suprema de no hacer nada y nada tener que hacer en un horizonte de dos horas me llevo a pensar en ello. El "nohacernadismo" es un arte difícil de practicar, muy saludable si eres un enfermo del "no-poder-no-hacer-nadismo". En estos casos, lo normal, es que sea mi mente quien me lleve a los brazos de Morfeo, un sueñecito reparador viene siempre muy bien. Pero no era el caso, la hora: 6 de la tarde, no había nada que reparar, y el calor no invitaban a la siesta. Me puse a pensar en la posibilidad de no pensar en nada. Pasar al estado Zen de inconsciencia y vigilia que como era de esperar, no logre.

Todos los intentos iban bien encaminads, pero siempre en un recodo del camino a la inconsciencia, como si fuera un "pop up" aparecía un mismo recuerdo.

Repasaba el recuerdo y de nuevo regresaba a mi "inmeditación", pero entonces, en otro punto del recuerdo, el recuerdo aparecía, insistente, incluso me hacia reír  porque estaba distorsionado.

Tan difícil fue quitármelo que por fin solo pude rendirme  a su insistencia. Todo el cuerpo era suyo y por eso le di forma y me quedó como un sucedido amable que bien se podría escribir en un post.

Pero resulta que hoy no me acuerdo, déjenme que vuelva al limonero y mañana les cuento.

3 comentarios

26 -

Karina, no, no se borrará. espero que lo vuelvas a leer en momentos felices.

Ni, el gusto alimonado de la hoja me hace pensar sobrenaturalmente en quien me lo recomendó.

Gracias.

ni -

maravilloso cuento.
pues, pensando en alguna que otra coincidencia sobrenatural, yo estaba pensando...
dejémoslo ahi.

escribes lindo, 26.
qué tal el gusto alimonado de la hoja?
mirá que debe estar loco quien te ha recomendado semejante cosa.

karina -

Yo mejor ni comento nada porque temo que mi mensaje sea borrado por alguna causa sobrenatural :-), pero mejor sí comento porque me ha encantado esta historia, así que cuando por alguna otra causa sobrenatural no me llegase a sentir bien en los próximos días (nada planeado, sólo alguna que otra premonición) ...recuriré a ella con seguridad.