Mar
El mar nos permite algunos de los más primitivos placeres que existen, como son: su contemplación y navegar.
El mar tiene una violencia profunda, es caprichoso, cambiante y embaucador. Seduce con cálidas brisas, pausadas olas, verdes y azules exclusivos, perfiles con espejismos contra el horizonte y la tierra.
Asusta de gris ceniza mojada, aborregado e inmenso, aliado del viento y las rocas, impone su respeto y se cobra su tributo.
Conozco un poco de Bernoulli o Venturi, mejor conozco Arquímedes, pero, al pensarlo con calma, me sorprendo más viendo navegar a un barco que volando a un avión.
Competir, subsistir, transportar o gozar, creo que he navegado un poco por cada una de esas razones y siempre disfrutando. El acto de ir a la mar es como la válvula que libera la presión acumulada en estas ollas exprés en las que hemos devenido los occidentales.
Al final y por ahora, siempre se llega a puerto donde el pleonasmo de firmeza de la tierra cobra su verdadera dimensión y del mar solo quedan los surcos de salitre en los pliegues de los párpados y alivio de la presión.
(Foto: Queen Mary 2 en Vigo autor: en ella.)
9 comentarios
itn -
Son fagníficas regatas y una forma muy agradable de conocer esta esquina del planeta.
disinerge -
De ligera me inclino por el manejable Vaurien. Alguno todavía quiere partirme en la cabeza un trozo de orza pero merece la pena.
Emociones mayores como el 470 superan mi pericia marinera aunque de proel sirvo en cualquier embarcación.
Con los años me he dejado seducir por los lujos de 30 pies en adelante. Si alguna vez te cruzas con un Arpege por la costa cantábrica es posible que yo forme parte de su tripulación.
itn -
El mar da hambre y sed no te olvides, pediremos a pini que nos cante la de la botella de ron y se una a la fiesta, aunque eso si, con agüita de manantial.
disinerge -
La nuez es el aperitivo aunque el dúo sería con Miliki (creo que es argentino aunque lleve 50 años de payasadas en españa), que Lenny es más de encalmadas caribeñas.
Luego te harás un "tatuaje" con Carlos Cano o cualquier otro buen coplero, el barco de nombre extranjero bien podría ser el queen mary II.
Y de postre los cañones del bergantín volador; más difícil será cantar con Espronceda
pini -
para desinerge, que después de leer sus palabras me hizo tener ganas de buscar una nuez.
"Un barquito de cáscara de nuez
adornado con velas de papel
se hizo hoy a la mar
para lejos llevar
gotitas doradas de miel.
Un mosquito sin miedo va en él
muy seguro de ser buen timonel,
y subiendo y bajando las olas
el barquito ya se fue ...
Navegar sin temor
en el mar es lo mejor,
no hay razón de ponerse a temblar.
Y si viene negra tempestad
reír, remar, y cantar.
Navegar sin temor
en el mar es lo mejor,
que si el cielo está muy azul
el mosquito va contento
por los mares lejanos del sur. "
disinerge -
No es que desprecie los cruceros, aunque en el de tu foto dudo que llegue a subirme nunca, pero son batante molestos en las bocanas.
La jarcia de barlovento sonando la melodía de Eolo, los winches engullendo y largando cabo en cada viraje, firme la caña dónde manda el cataviento y el aparente curtiendo el rostro y los rumbos: eso es navegar
Y fondear en una calita a sotamar en las Cíes, o en Ibiza o cualquier otro lugar donde ganarse un chapuzón y reponer energías.
Porque esto jamás me lo ha discutido armador, patrón ni primerizo a bordo; la mar produce un apetito feroz
itn -
pini -
pini, complacida -
y revivir las sensaciones del mar, el olor a sal, las manos bajo el agua tocando la arena, los pies descalzos y mojados.
el hijo que espero debería llamarse ulises, y yo ... y yo ser su Itaca, para que siempre regrese.